
Ayer hice estas tartas para ellos y las integré en la misma bandeja, pues ambas historias pueden perfectamente
transcurrir en la arena (bueno, la segunda indiscutiblemente, jeje, la primera a fin de cuentas, puede ser... el robot está en el planeta tierra y eso es lo que hay, tierra, bueno... arena).
Son dos tartas, cada una de dos pisos interiores. La del robot es de chocolate con crema suiza de nocilla y de dulce de leche y la de la pirámide, bizcocho de limón relleno de dulce de leche y vainilla. Ambas cubiertas con fondant Credipaste (es muy dúctil y manejable, me voy haciendo a él), así como los detalles de las decoraciones.
Espero que estén tan ilusionados con estas tartas como lo está María del Mar, y que el cumpleaños salga genial. ¡Un saludo, compi!