Pepi vino a casa la otra tarde a encargarme una tarta para el cumpleaños de sus hermanos. Cosas de la vida, somos familia y yo ni lo sabía hasta el año pasado en que nuestras hijas entraron en educación infantil de tres años en la misma clase y ella me lo comentó. Me alegré, pues tengo tantísimos primos repartidos por la geografía española que es un motivo de ilusión pensar que tienes algún miembro más en tu propio pueblo, así que genial, porque además, es muy simpática. Hablamos durante un rato de las aficiones e intereses de los cumpleañeros (de nuevo cosas de la vida: les separan tres años de diferencia pero nacieron el mismo día, ay, esa puntería) y llegamos a esta idea: una tarta en forma de costurero para Yolanda y una con motivos de cacería para Antonio.




Ahora, veamos cómo son por dentro: la tarta de cacería, la de abajo es un bizcocho de naranja relleno de crema suiza de chocolate y dulce de leche; la tarta de arriba, bizcocho de limón también relleno de crema suiza de chocolate y vainilla.
¡Feliz cumpleaños, Yolanda y Antonio!