Hace unos días me mando un mensaje Manuel, el marido de mi amiga Carmen, diciéndome que le quería organizar un cumpleaños sorpresa a su mujercita con todos los avíos: amigas, familia, chiringuito en la playa y nada, que le hiciera una tarta. Pues que ni decir tiene que me encantó la idea, qué tarde tan preciosa iba a pasar mi buena amiga con un detallazo así...
Carmen es una muchacha muy educada, prudente y buena y en cuanto me puse a soñar en su tarta se me vino a la mente una de princesas, .. ¿y cuál? pues no sé exactamente por qué, la de Bella me pareció muy linda para la ocasión.

Y así quedó: es un bizcocho cuyo molde facilita toda la tarea, pues te saca la falda de la muñeca y está relleno de crema de chocolate blanco y crema de galletas oreo, que a Carmen le encanta. La decoración va en fondant y poco más: algunas horas de trabajo y mucho cariño y dedicación. Éste fue mi regalo para una sorpendida Carmen que se quedó alucinada cuando, llegando ella de la playa con su marido y su precioso hijo Miguel, nos encontró allí a todos, en un chiringuito maravilloso de la playa de punta del moral. Pasamos una tarde muy agustito (que diría el otro) y a mi amiga le encantó su fiestecita de cumpleaños. ¡Felicidades, aunque sean atrasadas!