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sábado, 14 de mayo de 2011

Un costurero para Yolanda y una de cacería para Antonio

Pepi vino a casa la otra tarde a encargarme una tarta para el cumpleaños de sus hermanos. Cosas de la vida, somos familia y yo ni lo sabía hasta el año pasado en que nuestras hijas entraron en educación infantil de tres años en la misma clase y ella me lo comentó. Me alegré, pues tengo tantísimos primos repartidos por la geografía española que es un motivo de ilusión pensar que tienes algún miembro más en tu propio pueblo, así que genial, porque además, es muy simpática. Hablamos durante un rato de las aficiones e intereses de los cumpleañeros (de nuevo cosas de la vida: les separan tres años de diferencia pero nacieron el mismo día, ay, esa puntería) y llegamos a esta idea: una tarta en forma de costurero para Yolanda y una con motivos de cacería para Antonio.

Menos mal que pude hacérsela con ayuda de mi marido, pues en esos días, justo cuando estábamos terminando la tarta, me puse malita con fiebre y más antipatías y la verdad es que fue un alivio ver que entre los dos, ya la habíamos hecho.

Aquí véis al perro de cacería haciendo la muestra con la liebre recién descubierta jejeje... todo creado y modelado por mi marido, que es un fenómeno. Todas las figuras están hechas con fondant al que añadimos cmc para dar dureza y que no se venga abajo el modelado.

Este conejito lo hice yo; primero hice uno tipo peluche y mi marido "pero dónde vas con ese conejo tan amoroso, que esto es una cacería!!" jejeje, y quedó este, un poquito más rústico.

De nuevo la escopeta modelada por él. A mí me parece preciosa y eso que no me gustan las armas...



Me encantó modelar todas estas quisicosas para el costurero: cinta métrica, hilos para punto de cruz (al que Yolanda es muy aficionada), aguja e hilo convencional, todo sobre un paño "bordado", pues los relieves con rosas están hechos con un rodillo texturizador.
 
Ahora, veamos cómo son por dentro: la tarta de cacería, la de abajo es un bizcocho de naranja relleno de crema suiza de chocolate y dulce de leche; la tarta de arriba, bizcocho de limón también relleno de crema suiza de chocolate y vainilla.
¡Feliz cumpleaños, Yolanda y Antonio!

domingo, 8 de mayo de 2011

Autocaravana para un aniversario de bodas

Hoy celebran Lourdes y Juanma su primer año de casados y su cuñada María del Mar (mi buena compi) tiene los muñecos de la tarta de bodas. Manda la tradición que quien se quede dichos muñecos, los devuelve al año con otra tarta y ella pensó que una tarta con forma de autocaravana sería lo ideal. ¿Y por qué? Pues porque esta parejita tiene una igual, una fiat ducato, con la que recorren el mundo y son felices.

Lo maravilloso de hacer estas tartas es que quien te las encarga suele hacerlo con bastante tiempo y sus sueños se entrecruzan con los tuyos y le dais forma y se crea unas ilusiones que se terminan concretando en forma de tartas.

Este detalle del logotipo lo hizo mi marido, que es un manitas en las cosas pequeñas. Él me tuneó el bizcocho para lograr la forma de la autocaravana, todo un trabajito de chinos, la verdad.

La pareja de novios no la hice yo, claro, forma parte del atrezzo y por eso aparecen enganchados a su atocaravana. Le añadí el detalle de las flores lilas con purpurina dorada. A Lourdes le encanta el color lila.

Es un bizcocho de limón y naranja (ambas frutas ralladitas, no veais como olía el horno de mi casa) relleno de crema suiza de dulce de leche y de vainilla. Tanto a María del Mar como a su marido Jero les encantó la tarta cuando la vinieron a recoger a mi pueblo (échamos un cafecito agradable, ¿verdad, compi?) y tenían clara una cosa: Lourdes no iba a cortar la tarta, le iba a dar tanta lástima meterle el cuchillo que a ver qué iban a terminar tomando con la merienda... jejejeje. Bueno, María del Mar, guapa, ya me contarás qué tal esta tarde, y ojalá podais catarla. Ah, muchas gracias por volver a confiar en mí para tus regalos especiales. ¡Besos!!